domingo, 9 de mayo de 2010

La biblioteca en la narrativa y el cine

¿Quién no conoce un libro o película en donde la trama tenga lugar en la biblioteca o ésta aparezca como un personaje más de la historia? La biblioteca, desde sus comienzos, ha estado ligada a la idea de templo del saber, espacio sacralizado, lugar oscuro y silencioso, donde la bibliotecaria se encarga de mantenernos la boca cerrada mientras va devolviendo los libros a sus jaulas correspondientes para que puedan ser admirados por el siguiente loco que se atreva acercarse a molestar la paz del lugar.

En la narrativa, la biblioteca se presenta como tesoro del conocimiento, laberinto de ideas, siempre custodiada por un personaje hostil y grotesco, un buen ejemplo lo vemos en la magnífica obra de Umberto Eco, El nombre de la Rosa. En la literatura infantil siempre encontramos a la bibliotecaria solterona con gafas y moño y la biblioteca es el lugar de aventura y refugio; sin embargo Margaret Mahy define a la protagonista de El secuestro de la bibliotecaria como una bella y simpática bibliotecaria el fenómeno Harry Potter rescata la imagen de la biblioteca como espacio misterioso, lugar de iniciación y descubrimiento, y la bibliotecaria es descrita como una mujer delgada e irascible que parece un buitre mal alimentado.

En el cine la biblioteca es el espacio clave de búsqueda de algún dato que ayude a desvelar un misterio o solucionar un problema, es el caso de Seven. La biblioteca como espacio polvoriento cargado de libros cuadriculadamente ordenados se muestra en The Mummy. No debemos olvidar las librerias y bibliotecas personales como lugar de encuentro, citas y relaciones personales, para muestra Tienes un e-mail. En el cine español es ahora cuando comienzan a verse escenas en bibliotecas y se va modernizando la imagen de bibliotecario, en Tesis presentan una biblioteca moderna y dinámica, que nada tiene que ver con las bibliotecas de antaño.

Para seguir con el tema a través de algunos ejemplos no dejéis de leer a Arturo Pérez Reverte, un experto en situar a la biblioteca como uno más de sus personajes. El Club Dumas, la Carta Esférica, La piel del Tambor, etc donde el protagonista desvela misterios a través de los manuscritos de las bibliotecas y librerías por las que se roba o mata.

Estos son solo algunos ejemplos donde la biblioteca hace acto de presencia. Sin embargo, los ejemplos no solo se reducen a literatura o cine de público general, sino que hay toda una literatura y producción cinematográfica de temática pornográfica, donde las bibliotecarias y la biblioteca se elevan a la categoría de fetiche, The Image of Librarians in Pornography.

Para saber más:

Darth Vader, un holocrón y la Biblioteca Jedi de Coruscant


Restando justo dos semanas para el estreno, el 19 de mayo, de la última película que George Lucas rodará sobre Star Wars, no podía dejar pasar la ocasión para escribir un post sobre esta última película, el Episodio III – La Venganza del Sith, y la Biblioteca Jedi de Coruscant. En realidad, no sé absolutamente nada de lo que sucederá, si volverá a aparecer Jocasta Nu, la archivera Jedi, o si simplemente el Templo Jedi será destruido y con eso nos tendremos que conformar. En cualquier caso, sabiendo que la primera misión de Anakin Skywalker, transformado ya Darth Vader, que recibe de su nuevo maestro Palpatine es la recuperación de un Holocron de los Sith que se encuentra custodiado en el Templo de Coruscant, y por ende dentro de la biblioteca, no puedo imaginarme otro final que la completa destrucción de ésta junto con el Templo Jedi.

Aunque ya se ha hablado del personaje de Jocasta Nu, la bibliotecaria Jedi, en la Bibliogsfera (Deakialli, Véase Además o EnBlog) no quiero perderme esta oportunidad para dejar unas líneas sobre este tema. En cualquier caso, no debemos tomarnos demasiado en serio este post in strictus sensi, y perdonadme este desliz, puesto que muchos son los caminos que emprende George Lucas en la expansión de su Imperio… Digo, Galaxia.

Lo primero que debemos señalar es que existen otras bibliotecas dentro de la imaginería Star Wars, sin embargo es la de Coruscant, por razones obvias, la que está mejor descrita por George Lucas. A modo de curiosidad, la primera biblioteca Jedi que se construyó se encontraba situada en el planeta Yavin IV, que es precisamente el que iba a ser destruido por la Estrella de la Muerte en el Episodio IV – Una nueva esperanza por albergar la base principal de la Alianza Rebelde, y era subterránea. Lo más curioso de esta biblioteca es que los Jedis decidieron transformar completamente el planeta. Así de un clima desolado se pasa al frondoso bosque tropical que se nos muestra en la película y, segundo, los Jedis construyen la biblioteca y a su alrededor se desarrolla toda una ciudad. Sin embargo, siglos más tarde de su construcción, la ciudad es completamente abandonada y, junto a ella, la biblioteca se convierte en un mito.

Pero debemos volver al Archivo del Templo Jedi en Coruscant que puede que Lucas nos vuelva a mostrar en la nueva película. Este Templo es el principal hogar de la Orden Jedi, aunque existían otros templos en Ilum y Kamparas. En Coruscant,se encontraba el Alto Consejo junto con la biblioteca más basta y amplia conocida gestionada por los Jedi y supervisada por Madame Jocasta Nu. Como todos los templos del conocimiento, la atmósfera dentro de esta biblioteca es pausada y tranquila, gracias en parte por el efecto que provoca la luz natural que penetra a través de sus ventanales y que se refleja en el pavimento del suelo. En los laterales, se disponen las estanterías que albergan los hololibros, que emiten una tenue luz azul, dispuestos a ser consultados por aquel investigador que necesite de sus informaciones.

La bibliotecaria Jedi, Jocasta Nu, tiene una apariencia frágil debido a su avanzada edad, sin embargo todavía conserva un abrupto temperamento. Jocasta ha servido a los Jedi durante muchos años, y actualmente sirve a la Orden como Directora del Archivo desde hace 30 años, aunque previamente permaneció durante 10 más en el Alto Consejo. Las ropas que viste representan los símbolos de Ansata, que indican la devoción al conocimiento y el aprendizaje. Jocasta no fue una brillante guerrera, pero aún guarda su sable láser como recuerdo de días lejanos al servicio de la Orden.

Una de sus funciones como bibliotecaria, además de la custodia de los registros que se almacenan en sus archivos, es la preparación de las misiones de los Jedi a lo largo de la galaxia. Podríamos decir que los documenta para que estén preparados ante los retos que se van a enfrentar. Por esto, durante la película el Episodio II – El Ataque de los Clones, acude Obi Wan Kenobi al Archivo, para buscar información sobre el sistema Kamino e información sobre los asesinos que tratan de matar a Padmé Amidala.

La conversación que tiene lugar en la película es la siguiente:

Jocasta Nu [JN] – ¿Has solicitado ayuda?
Obi Wan Kenobi [OWK] [Dubitativo] – Sí, sí, eh… Sí, así es.
JN [Con complacencia] ¿Tienes algún problema, Maestro Kenobi?
OWK – Sí, eh… Busco un sistema planetario llamado Kamino.
JN – Kamino…
OWK – Que no aparece en las cartas de los archivos.
JN – Kamino… No recuerdo haberlo oído nombrar nunca. ¿Seguro que tus coordenadas son correctas?
OWK – Según mi información debería aparecer en este cuadrante, justo al sur del laberinto Rishi.
[Jocasta Nu consulta el terminal]
JN – Siento decirlo, pero creo que el sistema que andas buscando no existe.
OWK – Imposible, los archivos quizá estén incompletos.
[Indignada y rotunda]
JN – Si un elemento no aparece en nuestros archivos, es que no existe.

Hay que señalar que el director de la película decide cortar un trozo de la conversación entre Obi Wan y la bibliotecaria. Si recordamos la escena, Obi Wan se encuentra pensativo en frente de un busto situado en el pasillo de la biblioteca. Cada busto corresponde a uno de los Veinte que son los Jedi que han decidido abandonar la orden, en esta caso, Obi Wan se encuentra delante del busto del Conde Dooku, por eso Nu le interroga con: “¿Tienes algún problema, Maestro Kenobi?”

Pero volviendo a la conversación entre la bibliotecaria y el Maestro Jedi, Lucas nos ofrece una visión muy estereotipada de la profesión. Nu aporta una respuesta muy tópica del comportamiento bibliotecario en general que se resume en que tan convencido está el responsable de su conocimiento de los fondos que custodia que ante la imposibilidad, o fracaso, de la recuperación de información, se considera que ésta no existe.

Pero olvidando ya las conversaciones que tienen lugar en la película, centrémonos en los materiales de consulta de esta biblioteca. Por un lado, disponemos de distintos terminales informáticos que Kenobi utiliza afirmando que Kamino no aparece en los registros; por otro, tenemos disponibles en las estanterías los hololibros, principalmente, y de forma secundaria los holocrones. Como más o menos estamos familiariazados con el uso de los terminales informáticos, salvando las distancias que la imaginación de Lucas imponga, debemos detenernos en los hololibros y los holocrones.

Los Hololibros consisten en billones de documentos que se encuentran a disposición de los investigadores que contienen cada logro científico y cada registro histórico de la República, más allá de los conocimientos propios de la Orden Jedi. El funcionamiento de estos hololibros es similar al de los holocrones, por lo que nos centraremos en los últimos para describir el funcionamiento de estos dispositivos, además que poseen una mayor importancia en la historia de Star Wars.

Los holocrones son usados tanto por los Jedi como por los Sith. Un holocron, y por ende un hololibro, es un dispositivo de almacenamiento de cristal que puede contener distintas tipologías de información, pero en general se utilizan para la enseñanza de los caminos de la Fuerza tanto de los Jedi como de los Sith. Cuando se activan, la información se presenta en forma de holograma, generalmente aparece su creador y es posible interactuar con él. Tan sólo un iniciado en la Fuerza puede activar estos dispositivos, pero una vez activados, cualquiera puede interaccionar con el holograma. De esta forma, el holograma y su interactuación permite al maestro enseñar al usuario del Holocron.

Los holocrones Jedi tienden a tener la forma de cubos cristalinos, mientras que los de los Sith son piramidales. Un holocron Sith muy especial, con doce caras, se encuentra custodiado dentro de los Archivos del Templo Jedi en Coruscant. El mismísimo Yoda todavía no ha sido capaz de desvelar todos sus secretos, pero es que no es sencillo manejarse con estos sistemas de información. La información de los Holocrones Sith incluyen información sobre armas, armaduras, droides, vehículos y naves espaciales. Cada holocron Sith contiene las personalidades de los Sith que los crearon, por lo que siempre tienden a intentan corromper a sus usuarios y hacerles caer en el Lado Oscuro.

¿Será precisamente éste el que Palpatine le ordena encontrar a Darth Vader?

Los crímenes de los siete pecados capitales y una biblioteca


Cuando el teniente William Somerset se hastió de permanecer en casa durante una noche de insomnio, decidió abandonarla cogiendo un taxi. En cuanto estuvo a bordo, pausadamente encomió al taxista que se alejase de la ciudad tanto como pudiese. De esta forma, el detective llegó hasta una biblioteca.

Deberíamos perdonarle al director que el lugar más lejano de una ciudad fuese una biblioteca, lo que nos aporta mucha información, puesto que, para qué vivir en un lugar que siempre está lloviendo, del que sus habitantes, asqueados, nunca pronuncian el nombre y se refieren a ella como aquí o maldita ciudad. Sin embargo, como ya se apuntó en La biblioteca en la narrativa y el cine, el papel de la biblioteca en esta película es el del espacio clave de búsqueda de algún dato que ayude a desvelar un misterio o solucionar un problema. El detective estudia en la biblioteca unos libros para comprender el patrón que seguía el asesino de la película Seven. Como curiosidad, que puede considerarse pifia, Somerset llevaba puesta una camisa cuando sube al taxi, mientras que lleva otra distinta cuando llega a la biblioteca, por lo que podemos llegar a la conclusión que se trata de momentos distintos y la biblioteca no está tan lejos de la ciudad.

Poster de la película SevenEn Seven (o Se7en), disponemos de dos elementos bibliotecarios cruciales para hacer progresar la trama. El primero de ellos ya lo hemos revelado, la investigación de Somerset dentro de la biblioteca, mientras que el segundo parecía pertenecer a la paranoia norteamericana de ser investigados y vigilados por el Gobierno de Estados Unidos. Algo que ya se ha convertido en una realidad mediante el Patriot Act.

Pero comencemos por el principio, William Somerset (Morgan Freeman) es un policía al que le restan 7 días para jubilarse, mientras que David Mills (Brad Pitt) es un detective recién llegado a la ciudad con mucha ambición y poca paciencia. Somerset y Mills son dos personas completamente distintas, el primero es sereno, reflexivo y culto; mientras que el segundo es joven, impulsivo y no sabe calcular las consecuencias de sus actos. Cuando ambos acuden a la investigación de una muerte de una persona obesa, no pueden imaginar que se van a enfrentar al caso de un asesino en serie (Aunque Somerset lo intuye y quiere que lo aparten del caso), hasta que una segunda muerte al día siguiente les señala la excepcionalidad de los crímenes. El asesino ha querido dejar dos mensajes escritos en forma de pecados capitales: Gula y avaricia, por lo que Somerset supone que habrá cinco más correspondientes al resto de pecados: Lujuria, ira, soberbia, pereza y envidia.

Mills y Somerset abordan el caso de formas distintas, mientras que el primero repasa una y otra vez las pruebas tratando de encontrar alguna pista, el segundo acude a una biblioteca para hallar y estudiar los libros mediante los cuales el asesino se podría haber inspirado. Somerset entra a la biblioteca de noche, cuando ésta se encuentra cerrada y custodiada por seis vigilantes. Cinco de ellos se encuentran jugando al poker mientras que otro se halla en la puerta. Somerset en tono jocoso les reprende que porqué rodeados de tantos saberes, pueden preferir jugar a las cartas. Por supuesto que las contestaciones que recibe son en el mismo tono, a bases de risas y bromas.

Así pues, el veterano detective comienza sus estudios paseándose por las estanterías de aquella biblioteca, sin bibliotecario, y, aparentemente, sin necesidad de consultar el catálogo, empieza a seleccionar libros de las estanterías. Básicamente, en la película se hace referencia a dos de ellos: Los cuentos de Canterbury de Geoffrey Chaucer y la Divina Comedia de Dante.

La información recopilada durante aquella noche se la transmite al joven Mills a la mañana siguiente y por supuesto que éste no deja de leer los textos referenciados por el teniente para intentar comprender los actos del asesino. Sin embargo, sus lecturas no les ayudarán a conocer la identidad del perseguido, por lo cual deciden acudir de nuevo a los servicios bibliotecarios, en este caso, excepcionales.

Es entonces cuando Somerset confirma a Mills que el FBI dispone de un registro de libros prohibidos que prestados aleatoriamente no suelen aportar mayores problemas, pero que si se empiezan a solicitar libros muy próximos entre sí, en forma de patrón, los agentes federales acabarán investigando a esa persona. Mills se muestra completamente excéptico, sin embargo Somerset, mediante un contacto en la organización, compra una lista de usuarios de bibliotecas que han tomado prestados alguno de los libros que el detective señala mediante un listado. Por supuesto que esta vez sí, analizando la lista de usuarios, encuentran al asesino y llegan hasta la puerta de su casa.

Blade: El caza-vampiros visita la biblioteca vampírica


El personaje de Blade/Eric Brooks apareció por primera vez en Marvel Comics’ TOMB OF DRACULA #10 en Julio de 1973. Aunque este personaje en papel tan sólo tenía la capacidad de no sufrir los efectos de las mordeduras de los vampiros, en su traslación a la gran pantalla de 1998, los guionistas decidieron aproximarlo mucho más al mundo vampírico otorgándole los poderes que los vampiros poseen, además de darle la capacidad de tolerar la luz solar.

El éxito de la primera película Blade, que se trata de mera película de acción un tanto irregular, animó a Hollywood a producir dos películas más, aunque a nosotros tan sólo nos interesa la trama de la primera película por la aparición de la biblioteca. Así, la primera Blade nos muestra un mundo en el que los vampiros viven ocultos gracias al gran poder político que poseen, sin embargo el viejo orden simbiótico con los seres humanos, o al menos con una minoría de ellos, conducido por los denominados Pura Sangre (Vampiros nacidos vampiros, no convertidos por una mordedura) está siendo amenazado por las presiones que los no Pura Sangre ejercen encabezados por Deacon Frost.

La idea de Frost pasa por que los vampiros acepten su superioridad biológica, subyuguen a los seres humanos y los conviertan en mero ganado para alimentarse. Sin embargo, es consciente de que para realizar todo esto es necesario que ascienda en el organigrama vampírico mediante la invocación de la Magra, el dios vampiro que se le supone invencible. Obviamente, los vampiros poseen enemigos, unos pocos seres humanos les combaten y entre ellos se encuentra el personaje de Blade. Este medio vampiro, que sólo se diferencia de ellos por tolerar la luz solar, lucha contra su parte vampírica (su sed por la sangre humana) mediante un suero. Habiendo descubierto los planes de Frost, decide buscar, localizar y visitar la biblioteca de los vampiros para desenmarañar el misterio de la Magra.

Tengo que señalar que el doblaje español de la película utiliza insistentemente el término Biblioteca, sin embargo en la versión original el término más correcto en la traducción sería Archivo, ya que el término Library sólo es utilizado una vez, mientras que el bibliotecario es definido como Record Keeper. La visión de la biblioteca vampírica en esta película está lejos de los libros polvorientos y ajados, así comprobamos que se trata de un lugar aséptico completamente lleno de servidores, pocos documentos en papel se nos muestran, de hecho parece ser que en esta biblioteca tan sólo guarda un documento no digital: El libro de Erebus, también conocido como la Biblia de los Vampiros.

Este libro conserva la historia de los vampiros, así como una de sus leyendas más importantes, la de la convocación de la Magra. Sin embargo, el libro de Erebus está escrito en una lengua muerta y Deacon Frost está tratando de descifrar y recuperar su contenido. Para ello, disfruta de la ayuda de Pearl, el bibliotecario. Este personaje podría ser considerado como la recreación menos favorecida de un bibliotecario de ficción en el cine. Sufriendo obesidad mórbida, tendencia hacia la flatulencia y con una voz chirriante, Pearl es abandonado por Frost a su suerte cuando su trabajo de traducción de la Biblia de los Vampiros finaliza.

Desayuno con diamantes en una biblioteca pública


Desayuno con diamantes es una película del director Blake Edwards que trata la relación que se establecerá entre dos personas aparentemente distintas, pero que no se atreven a tomar las riendas de sus vidas. Audrey Hepburn interpreta el papel de Holly Golightly, una mujer un tanto alocada que se codea con la alta sociedad de Nueva York que sólo parece preocuparse por los hombres según el tamaño de su cartera; por otro lado, George Peppard es Paul Varjak, un escritor que, a pesar de disponer de un libro publicado tiene completamente abandonada su faceta de narrador, es mantenido por una acaudalada mujer. Estos dos personajes entablarán una relación amistosa que se irá haciendo más próxima según avanza la película, Paul retomará su pluma precisamente gracias a la inspiración que su nueva amiga le aporta.

La película se desarrolla y una mañana Paul recibe un cheque de 50 dólares por parte de un editor como pago por uno de sus cuentos recién escritos. Ante su alegría, él y Holly se proponen hacer durante toda la mañana cosas que uno u otro no habían realizado antes en la ciudad. Por ejemplo, Holly apuesta por pasear por la ciudad de Nueva York por la mañana o entrar en Tiffany’s y comprar cualquier cosa con 10 dólares, mientras que Paul decide que acudan a la biblioteca pública.

Allí, ante los armarios de fichas catalográficas buscan en el catálogo de autoridades y encuentran el registro del libro de Paul Nueve Vidas y decide pedirlo en préstamo para regocijo de Holly. Extrayendo todo el cajón del armario y depositándolo sobre un mostrador, rellena una petición y la entregan. En la siguiente escena, ambos están sentados pacientemente, esperando su turno hasta que su número se ilumina en un panel y los dos se acercan al mostrador donde una bibliotecaria les atiende ofreciéndoles el libro.

Holly con jolgorio le informa a la bibliotecaria que tiene en frente al autor del libro que van a tomar prestado, mientras que ésta le recrimina que no haga tanto ruido. Mientras Paul, animado por Holly, decide escribir una dedicatoria en la portada del libro, la bibliotecaria un tanto sorprendida ante un comportamiento tan estrafalario no se percata de lo que el hombre se encuentra haciendo hasta que ya es tarde. Alarmada, le indica que está dañando una propiedad pública que podría ser denunciable. Finalmente, el libro se queda en la biblioteca y, en su marcha, Holly sentencia que en Tiffany’s son más simpáticos que en las bibliotecas públicas.

Los cazafantasmas visitan una Biblioteca Pública de Nueva York


La realidad puede superar a la ficción, por supuesto, pero Los Cazafantasmas (Ghostbusters) que todos conocemos aparecen en una película homónima de 1984 que tuvo una secuela mucho más floja en 1989 e incluso una serie infantil de dibujos animados. En esta primera película, los actores Dan Aykroyd y Harold Ramis fueron los artífices del guión a la vez que se encargaron de dar vida a dos de los tres componentes del grupo de científicos: El Dr. Raymond Stantz y el Dr. Egon Spengler respectivamente. En un principio, estos científicos trabajaban en la universidad, aunque una vez expulsados de ella, deciden dedicarse profesionalmente al tratamiento y captura de los fantasmas que van apareciendo en la ciudad de Nueva York.

La película tiene un inicio bastante ingenioso y descreído. Al incluir dentro de los investigadores de lo paranormal al personaje del Dr. Peter Venkman, interpretado por Bill Murray, se otorga un punto cínico y sarcástico a los asuntos de lo paranormal. Sin embargo, la película en su final tiende al pasteleo y a la estridencia, lo que le hace perder interés y fuerza, aunque en su conjunto se trata de una cinta bastante correcta.

Pero, obviamente, no estamos aquí para realizar una crítica de lo que es esta película, si no más bien reseñar el hecho de que aparece una biblioteca en ella, incluyendo a su bibliotecaria. Y es que la película se inicia con un hecho paranormal que se sitúa dentro de la Biblioteca Pública de la Quinta Avenida de Nueva York. Allí, una empleada sufrirá la primera aparición del fantasma cuando baja al depósito a guardar los libros que ha ido recogiendo. En un primer momento, ella no se percata de lo que está sucediendo, libros que sigilosamente cambian de estantería por ejemplo, sin embargo cuando llega a los cajones de las fichas bibliográficas y éstas comienzan a volar por toda la habitación, se asusta y comienza a correr hasta que se encuentra de frente con él.

La bibliotecaria no se percata de que algo raro sucede detrás de ella.

Es entonces cuando la dirección de la biblioteca llama a la universidad y, más concretamente, al Departamento de Psicología donde trabajan los tres doctores. El doctor Venkman se encuentra ocupado en la realización de un test de telequinesis cuando el doctor Stantz irrumpe en la habitación agitado. Venkman más interesado en seducir a una alumna que en la ciencia que se supone que estudia, por lo que le sugiere a Stantz que se ocupen Spengler y él, pero Stantz le urge a acudir a la biblioteca con la frase:

A las 13:40, en una sala de la biblioteca pública de Nueva York de la Quinta Aveinda, 10 personas han visto una aparición aeroflotante de torso completo vaporoso.

A lo que añade que las valencias psicoquinéticas son muy grandes, que a Splenger casi le explota el aparato recalcando que se le ha doblado la aguja. Para entonces, Venkman se convence de que debe de acudir y se disculpa con la alumna citándola para otro momento. Durante el camino a la biblioteca, Venkman le recrimina a Stantz el comportamiento de los dos científicos, ya que acuden a la llamada de cualquier colgado de la ciudad que dice haber visto un fantasma.

Un amontonamiento simétrico de libros... A nadie se le ocurriría poner los libros así.

Cuando llegan a la biblioteca, Venkman realiza un pequeño interrogatorio a la bibliotecaria. Aquí cabe señalar que la caracterización de la bibliotecaria es la arquetípica que podríamos esperar, puesto que viste ropa un tanto desfasada incluso para la moda de hace 20 años. Tan sólo hay que observar el cuello con volantes de la blusa y los colores apagados que combina. Finalmente, los tres doctores deciden bajar al depósito para tratar de descubrir qué es exactamente lo que la bibliotecaria ha visto. En su paseo por los libros, descubren un amontonamiento simétrico de libros, mientras que los armarios de las fichas bibliográficas se encuentran impregnados de residuos ectoplasmáticos, incluyendo la caída de una estantería completa cerca del doctor Venkman. Finalmente, se encuentran con el buscado fantasma ante el que no saben cómo actuar.

¿Estudias o trabajas? O cómo tratar con un lector vaporoso.

Asesinatos en la abadía por un libro


Habiendo llegado al final de mi vida de pobre pecador, con el pelo ya canoso, me dispongo a dejar constancia sobre este pergamino de los hechos asombrosos y terribles que me fue dado presenciar en mi juventud hacia finales del año del Señor de 1327.

Que Dios me conceda sabiduría y gracia para ser fiel narrador de los sucesos que tuvieron lugar en una remota abadía en el recóndito norte de Italia. Una abadía cuyo nombre parece más prudente y piadoso omitir.

Adso de Melk

Al inicio de la película El nombre de la rosa, el monje franciscano Adso de Melk se dispone a relatarnos los hechos acaecidos en una desconocida abadía benedictina con una introducción calmada y misteriosa. La imagen pasa del negro a un fundido mostrándonos unos parajes secos y aparentemente baldíos que la rodean aportando un punto de soledad y abandono muy inquietantes.

Debo de señalar, antes de proseguir, que, en este texto, me voy a ceñir a lo que es estrictamente la película El nombre de la rosa rodada en 1986 por Jean-Jacques Annaud y que desde luego no desmerece la sorprendente novela de Umberto Eco sobre la que se basa. Como ya sabéis, en este blog, hemos recogido ya varios textos dedicados a la novela que tratan de acercarnos a su historia y su significado, una historia que a veces esconde lo que realmente quiere transmitir. Esta vez no vamos a entrar en disertaciones sobre los distintos misterios que la rodean, para ello, tenéis a vuestra disposición los textos: ¿Mentiras en ‘El nombre de la rosa’?, ‘El Nombre de la Rosa’ y su título bien valen un libro y Naturalmente, ‘El nombre de la rosa’, así que sólo abordaremos la trama.

La biblioteca (Derecha) tiene una presencia predominante en los exteriores de la película

Y es que la trama de esta película dispone de muchas aristas que se van mostrando según avanza la acción. Todas ellas están mejor desarrolladas en la novela, sin embargo, os indico las que para mí son esenciales en esta película. La primera es el misterio, un extraño suicidio que tiene a toda una comunidad perturbada por sus extrañas circunstancias, se supone que el monje se lanzó por una ventana que no se puede abrir, por lo que los temerosos habitantes de la abadía opinan que el Maligno se encuentra en ella. La segunda, una reunión entre las autoridades papales y la compañía franciscana para dirimir si las ropas de Jesucristo eran suyas o no lo eran. Este debate tiene una raíz mucho más profunda que la aparentemente banal, ya que lo que realmente se discute es si la Iglesia Católica debe hacer ostentación de posesiones o si bien debe distribuir sus riquezas entre los pobres. Tercero, obviamente, la relación paterno-filial que se establece entre fray Guillermo de Baskerville y su ingenuo, además de pecar de un poco corto, novicio Adso de Melk. Cuarto, la relación amorosa que accidentalmente se conjuga entre el novicio y una muchaca que vive en los muros exteriores de la abadía y que se verá potenciada cuando es juzgada por bruja. Quinto, la entrada en escena de la Santa Inquisición y el reflejo que se hace aquí de sus métodos para dirimir quién está influenciado por el Maligno y quien también, puesto que parece ser que la inocencia de los acusados o el error de juicio del tribunal no se contempla. Sexto, el libro asesino o el libro por el que se mata indistintamente y sobre el que sobrevuela todo el misterio que es, ahora sí y sin dudas, el Segundo libro de poética de Aristóteles.

Sobre todos estos puntos, todos interesantes e importantes, repta el mensaje que se trata de transmitir con esta historia sobre el miedo a lo desconocido y al rechazo de lo que no se puede llegar a comprender desde un punto de vista teológico. En esta película, dos personajes se enfrentan adquiriendo dos roles completamente distintos, Jorge de Burgos y Guillermo de Baskerville. El primero considera que la biblioteca, un elemento que está presente durante toda la película, debe de tener un rol de conservación. Según su particular punto de vista, todo lo que está escrito debe conservarse y los monjes no deben aventurarse a investigar nada más. Por otro lado, fray Guillermo es un hombre de ciencia, un aspecto que esconde para no ser considerado un brujo, que no tiene miedo a la hora de enfrentarse a la verdad aunque eso signifique hacer tambalear las Sagradas Escrituras.

El scriptorium del monasterio está muy bien representado.

El libro perdido, envenenado y que desencadena todas las muertes dentro de la abadía, el Segundo libro de poética de Aristóteles, significa para Jorge un ataque frontal a lo que él cree: “Los hombres no deben reír, ya que ese acto deforma la cara de los hombres y los convierte en monos”. Guillermo, en la discusión con Jorge dentro del Scriptorium, no duda en debatir esa idea diciendo que la risa es un elemento humano, no animal. Jorge afirma que la risa es un elemento diabólico, que Jesucristo nunca rió, a lo que Guillermo responde de una forma opuesta, señalando que en la Biblia tampoco se dice que no lo hiciera. Por otro lado, Guillermo asevera que el humor había sido utilizado por los mártires para enfrentarse y ridiculizar a los paganos a lo que añade que Aristóteles escribió su libro para ilustrar que el humor podía ser utilizado como un instrumento de la verdad. Jorge le pregunta entonces si ha leído ese libro, a lo que Guillermo admite que no lo ha hecho puesto que ese libro se perdió hace mucho tiempo. Jorge asegura entonces que el libro no se perdió, sino que nunca fue escrito… Aunque, en realidad, sea él el que guarde una copia del documento que envenena a todo aquel que osa leerlo.

De este modo, tenemos que la esencia de la historia es que el libro mata por el conocimiento que atesora. Un conocimiento que para los ilustrados es muy interesante y que todos desean poseer. De esta forma, los primeros en morir, por desear su contenido, son dos monjes Adelmo de Otranto y Venancio de Salvemec, sin embargo sus siguientes víctimas son Berengario, el ayudante del bibliotecario, y el mismísimo bibliotecario Malaquías. Otra de las víctimas, Severino, el herbolario, es asesinado por Malaquías tras descubrir la localización del libro que había escondido Berengario mientras moría sufriendo los efectos del veneno.

Por otro lado, más allá de un único libro, el acceso a la información también está restringido en esta biblioteca. Sólo el bibliotecario y su ayudante tienen acceso garantizado a los fondos, mientras que Jorge gracias a su veteranía y su liderazgo, además de conocer los secretos de toda la abadía, tienen acceso a los documentos originales. Guillermo de Baskerville durante sus indagaciones se percata que todo el misterio se resume en la posesión de un libro, un libro del que desconoce casi todo, pero del que es consciente que o mata o se mata por él. La obtención de distintas claves, la investigación para descubrir cómo se accede a la biblioteca para evitar el candado del bibliotecario, sirven para aumentar los grados de interés sobre esta historia hasta el desastre final, cuando Jorge acaba con el libro tratando sin conseguirlo de envenenar a Guillermo y a su novicio Adso después.

Frustrado, Jorge huye con el libro a través del laberinto que constituye la biblioteca, pero desgraciadamente en la persecución uno de los candiles de los monjes cae sobre unos rollos y el fuego destructor acabará con la práctica totalidad de sus fondos. Es en este momento, durante el incendio de la biblioteca más grande de toda la cristiandad, como Guillermo la define, cuando se nos muestra que los libros no son importantes si no se pueden salvar antes a las vidas humanas. Guillermo ordena a Adso que huya de las llamas y será el propio Adso quien temerá por la vida de su maestro cuando vea que el fuego lo ha destruido casi todo.

Una visita al fondo bibliográfico de la biblioteca bajo la luz de los candiles

En fin, una película que a buen seguro ya habréis visto más de una vez, que se ha convertido en un clásico que sin embargo no desmerece con el tiempo.